miércoles, 13 de mayo de 2009

BIOGRAFIA DE TERESA GONZALES DE FANNING

Nació el 12 de agosto de 1836 en una hacienda de sus padres en Nepeña, Áncash. A la edad de 16 años contrajo matrimonio con Juan Fanning, quien moriría en la defensa de Lima durante la Batalla de Miraflores. Antes había perdido a sus dos hijos durante la huida a Lima tras una sublevación de los peones de su hacienda. Fue a la muerte de su esposo, y privada de hijos, que se sobrepuso al doble infortunio y decidió fundar un colegio para señoritas. Allí puso en práctica sus ideas sobre educación femenina e incluso escribió ella misma los textos de Historia del Perú, Geografía y otros. Pero su labor educadora iría más allá al desarrollar una activa labor periodística.
Cuando escribió, por ejemplo, que "la educación escolar en el Perú adolece de un grave defecto: la falta de aplicación práctica, tanto la que se da al pueblo cuanto la que reciben las clases elevadas" (El Comercio, 26/2/1898), se estaba refiriendo a las reformas que propondría para el plan de estudios de instrucción primaria. Así, creía que en Química debía enseñarse "algo de tintorería y otras aplicaciones industriales y domésticas"; y en Botánica " las plantas que nuestro suelo produce, la manera de aprovecharlas y hasta algunas nociones acerca de floricultura" (31/3/1898).
También denunciaba: "Uno de los convencionalismos de nuestra época es el de halagar a las mujeres y al pueblo para hacerlos más manejables: como a los convalecientes y a los niños, se les entretiene para que sean dóciles" (El Comercio, 4/3/1898). Ese temperamento le valió que Jorge Basadre la calificara de "franca, valiente y elevada", y precursora de la formación cultural de la mujer. Años después, en 1971, Basadre sentenció: "Hay que rescatar del olvido dos aportes femeninos: el de Teresa González de Fanning y el de Elvira García y García".
A sus virtudes de educadora sumaría la de escritora. Participó y fue colaboradora de las afamadas Veladas Literarias que organizaba Juana Manuela Gorriti. También fue socia del Club Literario. Publicó una serie de obras que le merecieron amplio reconocimiento. Por ejemplo, la medalla de plata para su novela "Regina" en el concurso internacional promovido por El Ateneo de Lima, en 1886. Otro relato suyo, la novela histórica "Roque Moreno" (1904), fue publicado por entregas en una reconocida revista de Derecho de Buenos Aires, con una presentación en que se lee: "Conserva en su espíritu como vivificadora savia la tradición liberal de los que contribuyeron a la emancipación de este continente". La famosa novelista española Emilia Pardo Bazán escribió el prólogo de su obra "Lucecitas" (1893).
Hasta entonces había utilizado los seudónimos 'Clara del Risco' y 'María de la Luz' para publicar sus trabajos literarios en revistas como "El Correo del Perú", "La Alborada", "El Perú Ilustrado" y el diario El Comercio. Fue bajo esas firmas que predicó la emancipación de la mujer por el trabajo que tanto propugnaba. Tan cómoda y segura se sentía de su trabajo como escritora y educadora que cuando fundó el colegio que le daría prestigio dejó de usar seudónimos. Y en esto también dejó una lección. Murió en Lima el 7 de abril de 1918.
Una instructiva polémicaUn ejemplo del papel que mujeres como Teresa González de Fanning y sus contemporáneas desempeñaron en el debate sobre el carácter que debía tener la educación de la mujer lo constituye la polémica que, a principios de 1898, se registró en las páginas de El Comercio. El 15 de enero de ese año, Mercedes Cabello de Carbonera publicó un artículo en el que señalaba lo desacertado del programa oficial, que en esencia era muy religioso. Al igual que González, abogaba por una educación secularizada y ponía como ejemplo "los exámenes en el colegio de la señorita Elvira García y García", o sea el Liceo Fanning. Su artículo recibió la contundente respuesta de Lastenia Larriva de Llona, para quien una educación religiosa era fundamental, al punto de considerar la fisiología y "otras ciencias por el estilo" de conocimiento inútil. "¡Desgraciado el hogar en el que la mujer no reza!", sentenció. Cabello se mantuvo en sus trece. En los días siguientes, además de las idas y venidas de las dos educadoras --que se extendió a otros diarios de la época--, se publicaron avisos en los que los padres del colegio aludido afirmaban que sus "hijas reciben y han recibido siempre la educación moral más pura y completa".
La polémica siguió por buen tiempo y fue entonces cuando, "suponiendo terminado el período candente y apasionado de este asunto ", González de Fanning publicó (el 29 de enero de 1898) un artículo en el que trataba de demostrar la conveniencia de la educación laica. "La educación de la mujer es la base sobre la que se alza el edificio social. De ella depende el edificio de la familia, ese laboratorio de hombres, de donde han de salir los ciudadanos que den lustre a la patria o que la hundan en el abismo del retroceso", concluía.
Fue el primero de una serie de artículos en El Comercio que glosó bajo el título de "Educación femenina" a lo largo de todo ese año y que luego reuniría, en forma de libro con el mismo título, como una "colección de artículos pedagógicos, morales y sociológicos". Una obra que constituye su mayor y mejor legado y que todo peruano debería leer.

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